IMPACTO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA EDUCACIÓN

1 jun 2011

SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN. SE PUEDE TENER MIEDO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS


Miedo a las nuevas tecnologías

No es ficción es realidad: Logicomecanofobia.
Esta fobia se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a los ordenadores y a trabajar con ordenadores.
Este término fue acuñado en 1985 para expresar temor o ansiedad hacia las nuevas tecnologías en computación. Aproximadamente el 55% de las personas experimentan cierto resquemor con respecto a los ordenadores, y el 36% de los usuarios considera que sus habilidades son insuficientes. Se relaciona a la ciberfobia con la tecnofobia, esto es, el miedo a la tecnología.
Algunas de las típicas reacciones de la gente que padece ciberfobia es rehusarse a hacer sus tareas, a utilizar tecnología u ordenadores, a hacer back up de programas de computación o guardar documentos, a cerrar los programas o a limpiar los discos duros.
Una manera que los expertos encontraron para sobreponerse a la ciberfobia es el propio diseño de estas tecnologías. Es importante considerar la interfase de cada usuario y desarrollar una estrategia para su interacción con los ordenadores. Otros métodos para sobreponerse a la ciberfobia son: la diseminación de información a los usuarios sobre las fobias, el entrenamiento y la educación, el uso de tecnologías tales como la realidad virtual, la terapia virtual, tutoriales online y multimedia, y el hacer y vender tecnología a prueba de fallos.
De igual modo que existe la agorofobia, la aracnofobia, existe el miedo a los desconocido, a lo nuevo, a lo inexperimentado, a lo virtual, a la net, al ordenador, a las aplicaciones informáticas, programas y herramientas de nuestro PC. Si señores este temor existe y no son pocos los que lo padecen, no entiende de edades, clases sociales o cultura entiende de inseguridad, ingenuidad, desconocimiento, miedo al ridículo, al error…
Todos los miedos son reales aunque se les reste importancia calificándolos de subjetivos. Pero objetivamente no hay nada más real y contundente que una emoción y no hay emoción más real y contundente que el miedo. Ante las nuevas tecnologías también se puede sentir miedo en alguna de sus variedades. Desde una ligera inquietud hasta una imposibilidad de estar cerca de una máquina, pasando por el recelo a que no la controlemos.
A lo largo de la Historia, la tecnología ha sido una de las producciones culturales presentes en los cambios sociales. Lo fue la escritura, la máquina de vapor, la televisión y lo es el ordenador en red.
Sin embargo, los estudiosos de la ciencia no tienen tan claro que la tecnología sea el motor del cambio social y en muchas ocasiones a los ciudadanos no nos queda otra que atenernos a dichos cambios nos gusten o no. Es cierto, que las NNTT nos facilitan mucho la vida y contribuyen al progreso en muchos sentidos ;pero donde quedan el papel y boli de toda la vida donde tomabas los apuntes, la consulta de monografías y documentos en la biblioteca, que ahí de esa intriga que se siente al esperar  a que echen por TV tu serie favorita en vez de descargártela por internet, que hay de la contratación de las compañías aseguradoras en las oficinas con personas cara a cara en vez de on-line y que te remiten al 902 de atención al cliente… lo único que nos queda por hacer a las personas es dejarnos arrastrar por la corriente.
Estoy a favor de las NNTT pero creo que todavía nos quedan muchas cosas por aprender y superar, pues me da miedo pensar que como consecuencia nuestra sociedad cada vez se va convertir en un mundo más individualizado, egoísta, falta de valores comunitarios, capitalista, en donde la gente práctica cada vez menos la interacción con otros y ejerce cada vez más tiempo en ocio,  trabajo y tiempo libre con su ordenador personalizado.
Aunque a veces ese sentimiento de temor hacia las NNTT me invade pienso que el miedo que se debería tener no es a las nuevas tecnologías, sino a la sociedad que las produce. No se trata de evitar que los ordenadores entren en nuestras vidas, sino  preguntarnos por qué y cómo llegaron, qué reflejan de nuestro modo de vida y qué vamos a hacer con ellos.
Si lo analizamos bien, vemos que las NNTT son un magnífico medio para transmitir cosas buenas y malas, el medio en sí no está infectado, eso depende como siempre de la voluntad del hombre/mujer.
Si se habla de tecnologías y de adicciones al mismo tiempo, es porque éstas son una de las formas modernas que tenemos de relacionarnos con los objetos.  Es cierto que las NNTT entrañan estos riesgos pero si observamos a nuestro alrededor la difusión de modelos de comportamiento violento sólo se plantean como algo negativo en los videojuegos y eso que se tolera más en el cine o en el deporte. Pasa algo parecido con la pornografía; solamente es peligrosa en Internet, pero no en el quiosco o la televisión. Parece como si la novedad conllevara más peligros y, sin embargo, para los niños y los jóvenes, el ordenador es una presencia natural.
Los adultos  muchas veces nos echamos las manos a la cabeza cuando vemos los mayores riesgos reflejados en nuestros menores, la tan vulnerable infancia.
 Por ello, cuando se habla de las nuevas tecnologías y de jóvenes, las palabras que se oyen más son peligro y adicción. No  nos damos cuenta de que, ahora, la parte más vulnerable de la sociedad no son los más jóvenes, sino los que no saben nada de las nuevas tecnologías, aún más, los que no quieren saber nada de ellas.
Perder el miedo a las tecnologías es la lección que se puede aprender de los más jóvenes, que como dirían algunos “han nacido con un portátil bajo el brazo”. Los más pequeños han logrado usarlas para relacionarse y sociabilizarse más rápido y con más personas.

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