UN RECORRIDO POR INTERNET

Internet y sus distintas aplicaciones han supuesto una revolución en nuestro mundo, ningún otro avance tecnológico había impactado a tales niveles desde la invención de la imprenta, el teléfono o la tv, radio. Internet marca un antes y un después en nuestra sociedad, facilitándonos el acceso a un sinfín de información, que no de conocimiento. Facilitándonos las comunicaciones por ejemplo en el mundo empresarial a nivel de expansión internacional o a nivel familiar las relaciones a distancia entre familiares con chats y videoconferencias, etc.

Otro punto fuerte en el que cobra gran relevancia internet es en el mundo del ocio, tiempo libre y consumo de actividades o productos, nuca fue tan fácil programar un viaje y poder comparar precios en tres compañías distintas sin tener que desplazarte de tu casa, sólo con un clic y acceso a internet, igualmente puede ocurrir si quieres contratar el seguro de tu coche, y cómo esto mil ejemplos.

El mundo de la educación no podía ser menos, y la net a marcado también un antes y un después en la metodología didáctica. Ésta se ve en constante cambio y evolución como respuesta a la enorme cantidad de información y contenidos educativos disponibles y, a la velocidad con que se puede acceder a ésta. 

Plataforma virtual del IES Valle Inclán. Sevilla

Todo ello ha hecho a esta revolución tecnológica más acelerada y con un impacto más profundo en el mundo docente. Cada vez son más las escuelas que disponen de acceso a internet para los alumnos y que incorporan a sus antiguas clases magistrales el uso de los ordenadores e incluso el acceso a una plataforma propia del centro educativo convirtiéndose en centro tic, dotado de las infraestructuras necesarias así como de la formación complementaria por parte del profesorado. Ello tiene mucho que ver con los fondos de la UE, que en su momento se destinó con la legislatura socialista a la reconversión de muchos centros educativos en tic.

Pese al gran avance que supone internet y a la apabullante necesidad de incorporarse a nuestro que hacer diario  existen todavía muchas personas que no disponen de este servicio que podría considerarse casi como de “1º necesidad”. 

Ello supone un porcentaje de población que pertenecería a lo que se denomina como brecha digital. Es decir, desde un análisis socioeconómico son comunidades o grupo de poblaciones que carecen de accesibilidad a internet y que en comparación, con las que si disponen de este servicio, presentan desigualdades en referencia a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como el ordenador personal, la telefonía móvil, la banda ancha y otros dispositivos. Por lo que se hace patente una forma más de desigualdad, de discriminación en el acceso a los recursos, en donde nuevamente existen diferencias entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica

Un concepto alternativo, sería el de pobreza digital que es acuñado por América latina. En comparación con  el concepto de brecha, el concepto de pobreza digital trata de capturar el nivel mínimo de uso y consumo de los diversos atributos de las TIC, así como los niveles de ingreso de los pobladores para hacer efectiva una demanda.

En contraposición a estos sinónimos se encontraría el término de inclusión digital y el de inclusión digital genuina (Maggio, 2007).

Principio instigador que deberíamos incluir en nuestro repertorio de actuaciones, con el cual estamos comprometidos como futuros Trabajadores Sociales y Educadores Sociales, luchando contra una forma más de discriminación.